Nunca pares, esa es una poderosa mentalidad para enfrentar los constantes cambios y desafíos de la vida. La vida está llena de altibajos, momentos de risas, llantos, dudas, caídas y recuperaciones. Pero siempre es importante tener fe y decidir disfrutar del proceso.

Deja de aferrarte a una forma exacta de cómo deberían ser las cosas o un plan inflexible, ya que solo te llevará frustración y malestar. Si realmente quieres algo y crees en ello, aprende a aceptar, adaptarse y seguir intentándolo con determinación.

Nunca será exactamente como quieres, nunca seguirá el plan al pie de la letra, nunca será el ideal. Deja de esperar, culpar y sufrir, y comienza a disfrutar del viaje.

Todas las dificultades que enfrentamos una tras otra, las cuales podrían haber sido motivo suficiente para rendirse y huir. Lo normal es huir cuando algo no sale como queremos. Pero es en esos momentos donde decides no parar de intentarlo, con pasión, ilusión y un claro objetivo. Ahí es donde todo es posible. Cuando realmente quieres algo, nunca pares. Sin embargo, si descubres que no quieres algo realmente, está bien probar a dejarlo e ir en busca de otra cosa. Pero ten en cuenta que si no lo intentas, nunca lo sabrás, y esa incertidumbre pesa más que el dolor de intentarlo.

Recientemente leí esta frase: "El cambio ocurre cuando el dolor de quedarse igual es mayor que el dolor del cambio". Así que sigue adelante, mantén la determinación y nunca pares en la búsqueda de lo que realmente deseas. Disfruta del proceso y permite que los cambios te impulsen hacia adelante.