A veces me preguntan por qué es importante hacer ejercicio. ¿De verdad va más allá de los resultados físicos? ¿Es verdad que te cambia el humor? Siempre digo que cuando uno hace deporte, la felicidad que llevamos dentro se destapa, así como sale el gas cuando destapas una gaseosa ¿Te acuerdas cuando tomabas gaseosas?

Somos máquinas de producir energía positiva y a veces lo olvidamos; también olvidamos que nuestros cuerpos están hechos para moverse, es su estado natural y cualquiera que piense lo contrario es porque se olvidó de que, cuando era niño, estar quieto por más de 30 segundos era una tarea casi imposible.

Lo más importante de ser KO trainer, para mí, es la tarea de recordarle todo lo anterior a al menos a una persona por día. Decirle al oído: si saltas 10 veces se te sale la risa, si saltas un buen rato se te arregla el día. Hacer ejercicio te hace feliz, no lo olvides.

Hasta no hace mucho, no lograba entender por qué había descubierto recién a los 20 años mi amor por el deporte. Haciendo memoria, nunca fui una niña que viviera pegada a la tele o al sillón. Siempre estaba patinando, montando bici, caminando (en el piso o en las nubes). A mí no me gustaban dos cosas: que me obligaran a hacer deporte y … aquí mi más oscuro secreto: no me gustaba fallar y menos en público (y mucho menos cuando el público eran niños, dolorsamente honestos, naturalmente burlones).

Si hay algo que intento enseñarle mis hijas es a disfrutar los intentos, las caídas y las fallas. Les enseño a atreverse. Son todas esas ocasiones las que construyen tu historia y, si alguien se ríe de ellas, ¡pues qué importa! Mirando hacia atrás podría decir que no hay nada que te prive más de divertirte que preocuparte por lo que opina el resto: NEXT!

Dicen que cuando uno enseña, en realidad, es uno el que vive aprendiendo y estoy segura de que es así. Aprendes de las experiencias del resto. Tienes el honor de presenciarlas y, además, vives reforzándote a ti mismo lo que predicas. Si lo que predicas es algo que te hace bien, ¿Qué más puedes pedirle a la vida?

Para mí ser KO trainer es una suerte, un regalo, un privilegio. No se trata solo de hacer ejercicio. Se trata de poder entregar una hora de energía pura a un grupo de personas y que esa energía rebote de vuelta es una de las experiencias más lindas que he podido vivir.

Hemos nacido para ser felices y compartirlo. Hemos nacido para ser atletas ¡todos! Y hacerlo porque sí, porque encontramos que somos mas fuertes, más reales, más simples. Las razones estéticas quedan de lado. Lo que perdura es ese enganche, es sorprendernos a nosotros mismos, es tener la certeza de que hay una llama que espera ser prendida todos los días. Si yo puedo ayudar a alguien a encontrarse cara a cara con esa verdad y sostenerla, pues misión cumplida.

Después de todos estos años no voy a decir que he cambiado. Voy a decir que soy más yo que nunca. Voy a decir que pertenezco, que tengo un motivo lindo para dar una milla extra cada día y mientras pueda, mientras exista un hoy para mí…. , pues aquí me tienes.